El futuro sin Roberto Soldado.

El Valencia de Djukic se encuentra en una encrucijada a priori ya que la posible venta de su buque insignia, Roberto Soldado, parece significar un paso atrás en la lucha por una plaza Champions.

Y digo a priori, porque esto no es así. El Valencia CF no es Soldado. Roberto es un killer, un cazagoles, un jugador que no suele desaprovechar una ocasión. Pero esa ocasión le tiene que llegar y se le ha de ofrecer, porque no desequilibra, no es talento , no va a crear una jugada magistral de la nada para romper la balanza de un partido atascado o con problemas. Además no ha aparecido en partidos importantes( Chelsea, Madrid, Sevilla, etc ).Por eso la venta de Soldado por 30 millones, o incluso 20, sería un negocio redondo para el equipo de Mestalla.

Su reemplazo, Helder Postiga, tiene el mismo ADN: aguerrido, rematador y  con instinto de gol. Pero el Valencia no estuvo en Champions a raíz de Soldado. Lo que llevó al éxito anteriormente fue su equilibrio, tanto defensivo como ofensivo. Y en esta tesitura la clave y mando la tiene Miroslav Djukic. En estos últimos años la tónica general del equipo viene marcada por los despistes y desajustes defensivos, un medio campo con pérdidas de balón , poca presión para recuperar el esférico, añadido a un ritmo y circulación lenta de balón que crea un juego previsible camuflado en algunos destellos de calidad y que refleja este dato: De los siete primeros clasificados de la temporada pasada, el Valencia de 12 partidos sólo pudo ganar, y fue en casa, a Atlético, Betis y Málaga.

Tras este legado, Djukic tiene dos semanas para que su estilo alegre y dinámico en ataque junto con su solidez defensiva cale en los aficionados valencianistas y haga volver al Valencia a los puestos de privilegio de la clasificación. Y de paso, nadie recuerde a Soldado. Miroslav, tú eres el futuro del Valencia, suerte.

Artículo realizado por Hector Cardona (@hachec10)