La confianza en España
antes de la final de la Copa Confederaciones era total. La mejor selección
española de la historia se enfrentaba a la selección con más tradición
futbolística de la historia, y en un estadio mítico. Todos los teclados
españoles estaban preparados para escribir: MARACANAZO, pero al final la
selección española nos brindó un MARACANA-DA.
Las crónicas del día
después pueden ir encaminadas a poner excusas tales como el estado físico de
los nuestros, el juego duro brasileño, los goles psicológicos, Arbeloa,... pero
lo cierto es que España pecó de una falta de intensidad alarmante, algo que
suele llegar a los equipos que lo han ganado todo, y esta selección, no lo
olvidemos lo ha ganado todo. El trabajo es ahora para Del Bosque que debe hacer
que esta selección saque lo mejor de sí misma para acudir de nuevo el año que
viene a Brasil y volver a ser la selección que nos tenía tan mal acostumbrados.
Ayer se perdido “un partido” no se perdió “el partido”.
Si bien es cierto que
España salió a verlas venir, la mala suerte se cebó con la roja desde el primer
minuto. Aún estaba sonando el himno brasileño cuando Fred hizo el 1-0. Balón al
área española sin aparente peligro desconcierto entre Piqué, Arbeloa y Casillas,
que parecía el primer día que jugaban juntos, y gol de Brasil. Un gol muy
tempranero que nos hacía confiar en que España reaccionaría. Nada más lejos de
la realidad. El himno brasileño se alargó y comenzó la bossanova. Presión
asfixiante de la selección carioca que pasaba por encima físicamente a la roja.
Esto unido a la complacencia arbitral a las patadas brasileñas hizo que España
se fuera amilanando poco a poco y las oportunidades cayeran de lado local.
Óscar, Neymar o Paulinho gozaron de varias ocasiones para aumentar la distancia
pero Casillas acertó a desbaratarlas.
España aguantaba los
envites brasileños, pero un lanzamiento lejado de Iniesta pareció despertar a
la roja, que gozó de su mejor ocasión en los pies de Pedrito. Mata dejó solo
ante Julio César al tinerfeño, que cruzó el balón con la zurda, y cuando el
empate parecía que subiría al marcador apareció David Luiz para enviar a
corner. Tras una mala primera parte España tuvo la oportunidad de irse al
descanso con el empate pero con lo que se encontró fue con otro mazazo en forma
de gol. En esta ocasión, Neymar, el mejor jugador de esta Confederaciones,
fusiló a Casillas con un tiro que el portero madrileño ni siquiera vio entrar.
Nos íbamos al descanso con 2-0. Mucho tendría que hablar Del Bosque para
cambiar esto.
La segunda parte comenzó
con la entrada de Azpilicueta por el trending topic nacional Arbeloa. Y
precisamente por esa banda derecha llegó la puntilla brasileña y la firma de un
repaso que nadie se esperaba. Buena jugada de Marcelo y Neymar que habilitaron
a Fred para que se anotara un doblete en la noche de ayer y empatara con
Fernando Torres en la lucha por el máximo goleador. Al final el galardón fue
para Torres con mejor porcentaje, curioso cuanto menos. El 3-0 dio alas a los
brasileños (más si cabe) y hundió al combinado español que continuó paseando su
peor cara por Maracaná. La salida de Navas puso un poco de luz al ataque
español y una internada suya en el área acabó un penalti que podía haber dado
esperanzas a los de Del Bosque. Ramos cogió el balón decidido, como si pensara
consagrarse en ese escenario como el mejor lanzador de penaltis español. Tras
su experiencia como Panenka, esta vez decidió chutar fuerte y ajustado al palo,
el problema es que lo ajustó, pero por fuera. Decidido, la suerte no estaba con
España.
Desde ese momento hasta el
final nada. Nada para España, Brasil se relamía en cada contragolpe pensando en
un marcador escandaloso ante la campeona de Europa y del Mundo. En uno de ellos
Piqué arrolló a su nuevo compañero de equipo, Neymar y se llevó una merecida
tarjeta roja. La goleada estaba servida, sin embargo no fue a más. Pedro y
Villa tuvieron las más claras para España pero el marcador no se movió del 3-0,
que ya de por sí es un severo correctivo.
Ahora toca hacer borrón y
cuenta nueva. La final de la Confederaciones no debe suponer un punto de
inflexión ya que el núcleo de la selección sigue siendo el mismo que debe
acudir a Brasil el año que viene. Este entrenador y estos jugadores nos han
hecho campeones de todo, eso sí, ellos mismos se tienen que dar cuenta de que
con la estrella del pecho no se van a ganar los campeonatos, que hace falta que
pongan algo más que ayer no pusieron, llamemoslo intensidad.
La Copa Confederaciones se
nos sigue atragantando, pero hay que recordar que es un torneo al que se acude
por ser campeones, así que ojalá que acudamos a la nueva cita en Rusia 2017.
Alineaciones:
Brasil: Julio
César; Alves, Thiago Silva, David Luiz, Marcelo; Paulinho (Hernanes, min.87),
Luiz Gustavo; Hulk (Jadson, min.72), Óscar, Neymar; Fred (Jo, min.79).
España: Casillas;
Arbeloa (Azpilicueta, min.46), Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Xavi,
Iniesta; Pedro, Mata (Navas, min.52) y Torres (Villa, min.59).
Goles:
1-0, min.2,
Fred
2-0, min.44, Neymar
3-0, min.47, Fred.
Árbitro:
Bjorn Kuipers
(NED). Amonestó a Arbeloa (min.15) y Ramos (min.28) por parte de España.
Expulsó a Piqué (min.68) por roja directa en España.
Crónica realizada por Alberto Cifuentes (@AlbertoSelby)
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