viernes, 30 de octubre de 2015

El deporte agoniza

Estamos mareados, profundamente mareados, y ¿debido a qué?, ¿qué nos perturba?, ¿qué ha generado esta situación que parece no tener fin?

Es complicado. Complicado y triste. Todo está cambiando. Ahora vivimos el deporte, aquel glorioso deporte que nos ha dado mundiales de fútbol, de motos, de F1, entre insultos, entre conchas de madres (o hermanas, ¡qué más da!), entre actas mal redactadas, entre defraudaciones a Hacienda, entre presiones a colegiados para arbitrar de una u otro manera determinada. Vivimos en un contexto deportivo en el que, sin entrar en la voluntariedad de la acción, un piloto tira al suelo a otro cuando van a 200 km/h.

El deporte agoniza, reflexión sobre la actual situación 
Y esto, esto no es deporte. Esto es polémica, y esto vende. Vende a costa de sacar el ámbito más inhumano de la actividad deportiva y de la vida misma, incitando a la trampa, incitando incluso me atrevería a decir, a la violencia. Basta. ¿Dónde quedaron los valores del deporte?   Cuantos se suman ahora al carro de cualquier deporte, equipo o deportista solo por la agria y morbosa polémica. Me entristece. Debería entristecernos, y sin embargo no alegra.

Que esto nos guste significa que nos divertimos con el sufrimiento de otros. Nos divierte que un futbolista sea sancionado y se pierda una serie de partidos, nos divierte que un árbitro sea insultado, nos divierte que se lesione un deportista y se pierda el acontecimiento más importante de la temporada, nos divierte que un piloto caiga, y que otro sea sancionado por hacerlo caer. Nos divierte la angustia, el miedo, la desesperación, la tristeza, la soledad. Pero claro, no lo olvidemos, siempre ajena. Disfrutamos con el mal de otros. Nos hace felices la infelicidad de los demás. Quizás no hagamos esto de manera voluntaria. Y es que miles de palabras inundan nuestras webs y periódicos, miles de perturbadas opiniones resuenan en las emisoras radiofónicas de nuestro país, miles de imágenes llenan nuestras televisiones, y esto nos llena la retina de mal, inundan nuestro subconsciente de maldad. De hecho, incluso estas líneas que están leyendo proceden de la polémica.

Todos conocemos esta situación, sin embargo, pocos conocen a los campeones de España de Curling, o de Kitesurf. Todos conocemos a la hora que se acuesta y se levanta un tal portugués apodado ‘CR’. Conocemos como se peina, que gomina usa, e incluso conocemos la marca de su ropa interior, pero nadie, o casi nadie, conoce que hace unos días David Casinos revalidó su título de campeón del mundo de lanzamiento de discos para ciegos.

Sumaos a la polémica. Disfrutad de ella, reíros, sentíos orgullosos de lo que hacéis. Disfrutad de vuestros deportes morbosos de 45 minutos diarios, de vuestros tertulianos que alimentan y ensucian vuestras torpes conciencias. Que se sume al carro el que así lo desee. Yo no quiero un fútbol así, no quiero un deporte así. Yo no me bajo del carro, me tiró de él en marcha, y busco un nuevo carro, un carro que solo podemos construir todos y cada uno de nosotros, un carro que nos devuelva la esperanza, que nos devuelva la emoción, un carro que traiga consigo un soplo de aire fresco que nos susurre “deporte…” Entonces, y solo entonces, volveremos a respirar deporte, volveremos a ser deporte. Volveremos a ser felices.







Autor: Jotita Romero (@jotitaromgon26).

1 comentario :

  1. Es lo que ocurre cuando hay tanta saturación de información. Decenas de programas de radio y tv hablando de lo mismo día tras día, por el mero hecho de rellenar espacio para luego dar cabida a mil y un anuncios y autopromociones.

    Lo difícil es encontrar sitios que atiendan otros deportes con la atención que se merecen y en el fútbol especialmente, sitios que profundicen un poco más pasando por alto el morbo y la polémica.

    Cuanto tiempo se va a hablar de la chiquillada de los jugadores del Barça tras el partido ante el Getafe CF?

    Un saludo

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