Sólo
un tiro a puerta en los 90 minutos fue necesario para que el Granada C.F.
arañase un punto en su visita a Balaídos.
El
Celta comenzó el encuentro empleando un ritmo superior al Granada. Con la clara
intención de tener el balón, pronto tuvo dominado a un Granada sin ideas, que
apenas conseguía entrelazar 4 pases en cada jugada. Ese dominio del esférico
provocó acercamientos peligrosos, si bien los locales tampoco estuvieron
demasiado acertados en los metros finales. De ahí que Álex López lo intentara
desde fuera del área con un seco disparo que obligó a Roberto a lucirse.
El
equipo de Alcaraz mostraba debilidades en defensa y, a la media hora, se
tradujeron en el primer gol del Celta. Una larga jugada en la que hubo varios
rechaces terminó con Rafinha recibiendo en una posición óptima. El hijo de
Mazinho adelantó con un tiro cómodo al equipo gallego.
El
Granada trató de avanzar un poco sus líneas y darle protagonismo a un Fran Rico
que, tras estrenarse como titular en lugar de Yebda, solo había intervenido
hasta entonces en las acciones a balón parado. No obstante, fue el Celta quien
pudo ampliar su ventaja con sendas ocasiones. Primero fue Charles quien probó a
Roberto con un flojo disparo desde la frontal, mientras que apenas dos minutos
después fue Álex López quien se topó con el poste, después de robarle el balón a
Brahimi en una de esas zonas en las que no se puede perder la bola.
Tras
el descanso, un breve y fugaz arreón del Granada dio paso a las mejores
ocasiones de los locales, que marraron múltiples disparos. La defensa hizo
aguas y solo pudo dar las gracias de que tanto Charles como Álex López
estuvieran fallones ayer.
Tanto
perdonó el cuadro celeste que, al final, el Granada dio validez a la máxima de
que el fútbol es injusto. Poco después de que Benítez se marchara por lesión,
Brahimi -que ocupó ese costado temporalmente- abrió para la carrera de Brayan
Angulo. El centro fue tocado ligeramente
por un central pero le llegó a Piti, quien de primeras enganchó un fuerte y
picado que se coló en la portería de Yoel.
El
cansancio hizo mella en ambos. Además, la lesión del goleador del Granada
obligó a Alcaraz a gastar todos sus cambios a falta de quince minutos para el
final. El Granada reservó esfuerzos para afanarse en defensa, aunque un pase
filtrado de Buonanotte para Álvaro casi le da el triunfo a los rojiblancos,
aunque el colegiado no vio nada punible en la caída del jugador granadinista.
El
Celta apretó en los últimos instantes pero el Granada aguantó las arremetidas
del conjunto de Luis Enrique, que se dejó birlar un empate en el único disparo
a puerta de un Granada que se mantiene invicto a domicilio y suma ya cuatro puntos
en su haber de los nueve posibles. Aun así el conjunto nazarí debe mejorar
muchas cosas de cara al futuro, aprovechando el parón de selecciones.
Crónica realizada por Enrique Martos (@enriquemr8)
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