El partido empezó con el emotivo homenaje a Puchades, mito
valencianista fallecido la semana pasada, y con el rumor latente de ser el
posible último partido de Albelda en el feudo valenciano.
Las intenciones del Valencia quedaron patentes a los pocos
minutos de juego, mostrándose rápido y agresivo a la hora de realizar las
transiciones defensa-ataque, buscando con ahínco la portería de Roberto. Parejo
tras una gran combinación colectiva tuvo la primera del partido, pero no eligió
bien a la hora de finalizar. El Valencia dominaba el esférico ante un Granada
que se mostraba inofensivo y se bastaba con achicar balones y mantener la
telaraña defensiva; aunque bien es cierto que pudo pegar dos zarpazos en la 1ª
parte que se saldaron con una actuación providencial de Mathieu (que estuvo
imperioso todo el partido). El Granada sabía que incluso perdiendo podía
salvarse y no vimos a ese Granada que pudimos ver luchando por los puntos en
Anoeta. Tan sólo Mikel Rico y Nyom parecía que habían saltado al campo.
Pese al dominio valencianí se llegó al descanso con empate a
0. El Valencia daba buenas sensaciones pero el run run estaba en el aire, había
que ir a morir en busca del gol en la 2º mitad. El Granada empezó aparentemente
con otro aire, quiso ir a buscar al Valencia en su campo, gozando de varias
ocasiones de peligro que no pudieron finalizar en los últimos metros. El
conjunto ché reaccionó a esta ofensiva con fogonazos de Mathieu y Banega, pero
no era suficiente. Valverde decidió introducir a Canales en el campo para dar
algo de resolución a esos últimos metros en los que estaba fallando el equipo,
y fue en el minuto cuando Ever vio a
Joao Pereira con todo el carril derecho libre y abrió el juego de forma
excepcional hacia el portugués, que puso un centro al área pequeña que conectó
el killer Roberto Soldado a portería aprovechando la pasmosidad de la zaga
granadina.
El Valencia tenía el partido donde quería, y las noticias de
Anoeta eran muy esperanzadoras. Pero es tradición que Mestalla nunca pueda
acabar tranquilo un partido, y el Granada tuvo el empate a 1 en dos claras
ocasiones, un barullo dentro del área ché que Jonas acertó a despejar como pudo
y un gol anulado a Aranda que hizó temer lo peor a la afición valencianista
hasta que no vio alzarse el banderín del linier. Banega lo volvió a intentar en
una jugada individual mágica dentro del área, pero Roberto abortó la ocasión
del argentino. El portero fue el protagonista de la tarde con una enorme
actuación bajo el arco granadino.
Victoria levantina que pone al Valencia CF dos puntos por
encima de la Real Sociedad en la lucha por la Champions. El Sánchez Pizjuan,
con Emery en las filas rivales dictará sentencia.
Por otra parte, en Los Cármenes se vivirá la fiesta del
fútbol en la última jornada contra un Getafe con aspiraciones europeas. La
afición responderá y agradecerá al equipo hacerles seguir viviendo el sueño de
1º división un año más.
Crónica realizada por Enrique Martos (@enriquemr8)
Gran debut, gran entrada, gran persona
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