En un visto y no visto
Japón se había adelantado en el marcador con goles de Honda de penalti y Kagawa,
su mejor jugador en el partido. Italia, que no parecía esperar esa salida
fulgurante nipona se refugiaba en las paradas de Buffon y no conseguía enlazar
con Ballotelli. Con el agua al cuello, Prandelli modificó sus intenciones y dio
entrada a Giovinco por Aquilani en el minuto 30, los mejores al campo. De Rossi
consiguió acortar distancias tras un corner lanzado por Pirlo y así nos fuimos
al descanso con la sensación de que Japón había sido superior pero que Italia
siempre sería Italia.
La segunda parte comenzó
con un error de Yushida que Uchida alojó en la portería nipona, y casi sin
darse cuenta, Japón se vio por debajo en el marcador merced a un muy discutible
penalti que anotó Ballotelli tras una muy discutible paradiña. Italia había
remontado en 10 minutos un partido que parecía perdido. Los japoneses no daban
crédito pero más allá de amilanarse, se lanzaron de nuevo a la carga contra la
meta de Buffon. Así consiguieron empatar el partido y casi ponerse por delante
de nuevo en una carambola que acabó con dos balones en el palo. La suerte
estaba del lado italiano, como casi siempre.
Y el final, pues el que
todos sabíamos, gol de Giovinco, nuevo balón al palo japonés y gol anulado, la
película de siempre cuando juega Italia. 4-3 final y Japón eliminado, aunque
con mucha honra deberá seguir esperando esa hornada de Oliver Atom y Marc
Lenders para despuntar en un gran campeonato. Por su parte Italia dejó muchas
dudas y deberá mejorar mucho o recurrir a su suerte para batir a Brasi y
España.
Alineaciones:
Italia: Buffon; Chiellini,
Barzagli, Maglio (Abate min 59), De Sciglio; Aquiani (Giovinco min 29),
Montolivo, Pirlo, De Rossi; Giacherini (Marchisio min 68), Ballotelli
Japón: Kawashima;
Uchida (Hiroki Sakai, m.72), Yoshida, Konno, Nagatomo; Endo, Hasebe, Honda,
Kagawa; Okazaki y Maeda (Havenaar m.78)
Goles:
0-1 Honda
0-2 Kagawa (p)
1-2 De Rossi
2-2 Uchida (p.p)
3-2 Ballotelli (p)
3-3 Okazaki
4-3 Giovinco
Árbitro:
Diego Abal.
Amonestó a los italianos Buffon y De Rossi, y a los japoneses Hasebe y Konno.
Crónica realizada por Alberto Cifuentes (@AlbertoSelby)
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