La
Roma puso fin a su histórica racha con un empate en el campo del Torino que le
mantiene lider de la Serie A, a solo 3 puntos ahora de los perseguidores, los
implacables Napoles y Juventus.
Se
presentaba la Roma en Turín con la tranquilidad del estudiante que sabe
tener gran parte del trabajo adelantado y solo ha de repasar por encima los
apuntes antes del examen. Y así inició el partido, con la tranquilidad propia
del sólido lider de la Serie A, dominando los tiempos y controlando el
balón con el ritmo pausado que caracteriza a los hombres de Rudi García en este
inicio de temporada.
El
técnico francés empezó a introducir rotaciones en el once y a las ya conocidas
bajas de Gervinho y Totti (además del lesionado de larga duración
Mattia Destro), se unieron las bajas de Castán y el descanso por
decisión técnica de Adem Ljajic. Así, se podía esperar que el bosnio
Pjanic ocupara una posición más adelantada en el terreno de juego acompañando a
Borriello y Florenzi (ya consolidado en su posición de interior), pero fue este
el partido donde el ex del Lyon más bajo a recibir y ayudó en la creación de
juego, con un Kevin Strootman ocupando metros en la zona de ataque y el
americano Michael Bradley realizando una labor más oscura.
En
esta primera media hora el dominio romanista fue total, y las ocasiones, sin
ser demasiado claras, corrieron de su cuenta. En una combinación entre Pjanic y
Balzaretti llego el centro que remató a gol el propio Strootman, en una
posición poco frecuenta por el en estos primeros partidos y mucho mas semejante
a la que acostumbra a ocupar en la orange, donde sus llegadas al area son más
constantes y peligrosas que en el ordenado sistema de García.
Y
a partir de este momento, sorprendentemente, la solidez de los capitalinos se
vino abajo como un castillo de naipes. El Torino adelantó sus filas y de la
mano del ex-romanista Alessio Cerci, volcó todo su juego a la banda derecha,
buscando la espalda de un Balzaretti que en ningún momento plantó cara en
defensa aún recibiendo las constantes ayudas de Florenzi y un Danielle de Rossi
que trataba de multiplicarse sin éxito basculando de su posición entre los
centrales (que acabó ocupando Pjanic en
algunos momentos) hacia el lateral tratando de ayudar en el desequilibrado
duelo. La salida de balón del lider brilló por su ausencia y la posición
de Pjanic se evaporó como en el bosnio suele ser habitual, sin encontrar
tampoco en los otros centrocampistas una vía de escape eficiente. Borriello
funcionó como un iceberg aislado en punta de ataque mientras que Florenzi
estuvo francamente perdido en ataque.
Benatia
se encontró con que Burdisso no es una pareja de baile tan agraciada como el
brasileño Castán y casí por primera vez en toda la temporada se le vio sufrir
tanto en los lances del juego como en su expresión corporal, hasta el punto de
tener que ser sustituído tras ser amonestado. Con semejante panorama era
cuestión de tiempo que llegara el gol del Torino, y no podía ser otro que el
propio Cerci, un jugador de mucho más nivel que la media de su equipo, el que
ajusticiara a la Roma y pusiera el empate en el marcador.
Y
de ahí hasta el final, vuelta a la tónica del inicio d partido. El Torino, en
vez de lanzarse a por los tres puntos y continuar imponiendo la superioridad
mostrada en el segundo tercio del choque, volvió a replegar filas, concedió de
nuevo metros a la Roma, y entre eso y la aparición en el campo del agitador
Adem Ljajic, provocó que en el rush final la victoria visitante fuera algo más
que una posibilidad. Sin embargo, ya no se movió el marcador y el empate deja
las espadas clasificatorias por todo lo alto de cara a la próxima jornada,
donde la Roma recibirá al sorprendente Sassuolo en casa mientras que o Juventus
o Napoles se dejarán puntos por el camino al enfrentarse entre ellos en un
apasionante duelo de perseguidores.
Crónica realizada por Jose Parra (@parrhieu)
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