Dos goles de Juanmi y Darder en los
minutos finales remontaron el tanto inicial de Lolo Reyes y pudieron firmar la
sentencia definitiva para el Betis, que casi en el descuento incluso falló un
penalti.
Cuando todo hacía presagiar que el
conjunto de Heliópolis se agarraba como una lapa a la categoría y se quedaba
con tres puntos de oro, cuando el Málaga veía cómo sus ataques, deslabazados y
a impulsos, concluían en las manos de Adán, entonces, ya en el minuto 83, el fútbol
escribió una nueva página. En ese momento el esférico llegó al mejor jugador
malaguista, Amrabat, que corrió por la banda, superó a su defensa y centró al área.
Allí apareció el más listo de la clase, Juanmi, que con un golpeo sutil tocó lo
justo para cruzar al poste contrario de la portería de Adán. Era el gol de
empate. La primera en la frente. No conformes con lo conseguido, los jugadores
de Schuster olieron sangre, vieron al Betis cansado y hundido, y se lanzaron a
su yugular. Tres minutos después, de nuevo Amrabat provocaba la locura por su
banda, tocaba hacia el centro y Rescaldani dejaba pasar entre las piernas el
balón para que Darder, que llegaba como una locomotora, fusilara sin piedad al meta
bético. El balón impactó contra la red con una fuerza inusitada y el Málaga
comenzó a soñar. Tres minutos habían bastado para voltear una situación que se
estaba poniendo más que peligrosa. El Betis, después del segundo golpe, estaba
noqueado, hundido, sin fuerzas. Pero en un alarde de profesionalidad forzó una
falta que terminó con el balón en el área y con N'Diaye y Camacho por los
suelos. Mateu Lahoz advirtió penalti, pero Rubén Castro lo quiso ajustar tanto
para al menos recoger un punto que lo estrelló contra el larguero. La tercera
ya fue la definitiva. La mejor oportunidad pasó de largo y el Málaga se llevó tres
puntos de oro.
A veces un partido de fútbol se resume
en pocas líneas. Cuando solo hay tensión y nervios, con la temporada ya en su
ocaso, las ideas se nublan, se escapan, y sólo el coraje, la lucha y el
pundonor tienen cabida. Lo que se vivió anoche en el Villamarín fue una
tragedia griega con un final esperpéntico. Durante casi una hora, desde el gol
de Lolo Reyes, un lanzamiento lejano que no pudo blocar Caballero en su único
error en toda la noche, el Betis llevó la iniciativa. Sin crear apenas peligro
conseguía maniatar al cuadro malaguista a base de presión. Sólo tuvo otra ocasión,
por medio de Rubén Castro, pero su remate de cabeza forzado se marchó fuera. Su
rival, mientras tanto, era incapaz de salir del bosque que había preparado
Calderón y no llegaba apenas al área. Sólo una vez Santa Cruz consiguió rematar,
pero Adán detuvo su disparo.
La segunda mitad continuó igual hasta
que Schuster, en el minuto 60, modificó sus planes y puso en marcha el asalto
definitivo. El alemán, tan vilipendiado y criticado a veces, y muchas de ellas
con razón, movió sus peones y dio entrada a Rescaldani, que debutaba, y a
Juanmi poco después. La apuesta ofensiva era definitiva y podía salir bien, o
mal. El Betis, mientras tanto, lo fiaba todo a una contra porque su fondo físico
ya estaba por los suelos. No podían más sus jugadores, que se habían vaciado
totalmente.
Afortunadamente para el Málaga, su
entrenador dio con la tecla en el minuto exacto, cuando no hay tiempo ni
fuerzas para ponerse en pie. Llegaron los goles ya comentados, otra ocasión muy
clara de Santa Cruz que salió lamiendo el poste después de una jugada genial de
Juanmi en la línea de fondo (como Butragueño hace ya años en Cádiz), un remate
de N’Diaye con el que Caballero, como un portero de balonmano, se redimió de su
error de la primera mitad y el ya referido penalti errado por Rubén Castro.
Final de infarto que cayó del lado malagueño
y que hunde al Betis. La derrota es dura, pero el golpe psicológico puede ser aún
mayor. Será difícil que los verdiblancos puedan superarlo y reaccionar. Para el
Málaga, tercera victoria consecutiva a domicilio. Sólo falta ahora obtener un
triunfo en La Rosaleda (no lo hace desde hace dos meses) y poder mirar al
futuro con optimismo.
- FICHA TÉCNICA -
1 - Betis: Adán; Juanfran, Paulao,
Jordi, Chica (Braian Rodríguez, min. 85); Baptistao (Vadillo, min. 81), Lolo
Reyes, N'Diaye, Juan Carlos; Jorge Molina (Nono, min. 78) y Rubén Castro.
2 - Málaga: Caballero; J. Gámez,Sergio
Sánchez, Flavio, Antunes (Eliseu, min. 79); Samuel (Juanmi, min. 71), Darder, Camacho, Portillo
(Rescaldani, min. 60); Amrabat y Santa Cruz.
Goles: 1-0, min. 29,
Lolo Reyes. 1-1, min. 83: Juanmi. 1-2, min. 87: Darder.
Árbitro: Mateu Lahoz, Col. Valenciano.
Mal. Mostró tarjetas amarillas a N'Diaye y Juanfran del Betis y a Antunes,
Flavio, Amrabat, Santa Cruz, Sergio Sánchez, Juanmi y Camacho del Málaga.
Incidencias: 32.000 espectadores en el Benito Villamarín
en una noche lluviosa.
Crónica realizada por Javier Costillas (@CosimonJav)
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