Una obra de ingeniería es en lo que se está convirtiendo este Atlético de Madrid. Tras la sobresaliente temporada que han protagonizado los pupilos del ‘Cholo’ Simeone, era cuestión de tiempo que en el mercado estival comenzaran a llover ofertas por las principales estrellas. Las gotas, en forma de billetes, comenzaron a caer sobre las cabezas de Courtois, Koke, Miranda, Godín, Diego Costa, Filipe Luis... y tanto se quiso ahogar el Atleti que acabó usando de paraguas a Thibaut, Filipe, Costa y compañía. Partes fundamentales de la columna vertebral colchonera que hizo del Atleti un equipo campeón el curso pasado y que ahora emigran masivamente a tierras más lluviosas aún allá por Londres. Entre tanto, la directiva tiene que moverse rápido para que no cunda el pánico entre la afición rojiblanca, y garantizar un bloque sólido y con opciones para intentar el más difícil todavía de cara a la próxima campaña. Todo un rompecabezas que se está configurando día a día, que puso su primera pieza con la marcha de Diego Costa y que aún está sin completar, y detrás, un artesano o un genio (llámenlo como quieran) que tiene que reinventarse otro año más tal y como lleva haciéndolo desde 2011 llamado Diego Pablo.
Desde que se consumó aquella fatídica prórroga en Lisboa, Simeone no ha dejado de trabajar en silencio para reestructurar su equipo sapiente de que gran parte del grupo dejaría el Calderón. El primero, por lógica aplastante, fue Courtois, que desde el principio supo que su futuro pasaba del Manzanares al Tamesis. El club fichó a Moyá para tener una garantía de experiencia ante la baja de Aranzubía, pero la verdadera apuesta del stafftécnico fue JanOblak, un portero de futuro con gran proyección. En defensa, el ‘Cholo’ retuvo a todos sus gladiadores exceptuando Filipe Luis, para cuya posición se contrató a Gilherme Siqueira, otro lateral izquierdo brasileño con amplio recorrido y gran capacidad goleadora, como ya demostró en el Granada CF siendo máximo goleador en un par de ocasiones. En cuanto al centro del campo, aquí el míster pudo tomarse un respiro. La columna vertebral del Atlético seguirá intacta la próxima temporada sostenida por Gabi, Koke, Tiago y Raúl García, las vértebras de este conjunto. Y en oposición, llega el descalabro en la delantera. Desbandada total en la punta de ataque con las marchas de David Villa y Diego Costa. Huérfano de ‘9’, el club hinca el diente a Mandzukic, que a priori parece un fichaje de lo más acertado y que sin duda es del perfil que el ‘Cholo’ estima. Aún falta por llegar otro delantero que en algunas ocasiones acompañe al ex del Bayern en ataque y en otras espere su oportunidad en el banquillo.
En definitiva, un Atleti sometido a una auténtica revolución futbolística en gran parte por las exigencias económicas debido a lo que se presentaba como una gran oportunidad para hacer caja. Simeone recomienda, el club ficha, y de nuevo la pelota en el tejado del argentino. Nuevas piezas sin encajar en el gran rompecabezas y otras viejas que se echarán en falta. Pero todas ellas limadas para que encajen a la perfección por un técnico que está por encima de las individualidades técnicas y que consigue que sus jugadores disimulen sus carencias técnicas con un rigor táctico al borde de la perfección y un sacrificio encomiable. Valores made in ‘Cholo’ que ya han llevado al Atlético a la élite mundial y que permanecen para continuar la pelea. Se van los mejores, llegan promesas, pero tú, Diego Pablo Simeone, serás cada año que te quedes el mejor fichaje.
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