El
técnico italiano no logra encontrar un sistema de juego que esté acorde con lo
que se le exige al Real Madrid
Después de un mes de
competición es hora de hacer balance de este nuevo Real Madrid de Ancelotti, que no termina de arrancar como todo el mundo esperaba, después del
descomunal desembolso en fichajes realizado año tras año, y eso que en este
período estival, el conjunto blanco, ingresó mas de cien millones en ventas con
los que pudo afrontar sin problemas el fichaje del galés Gareth Bale.
El inicio de temporada
ha dejado en evidencia las carencias del juego en estático del equipo y la
falta de profundidad en el juego ofensivo, que ya eran palpables la temporada
pasada cuando el equipo estaba en manos de Mourinho,
al que la afición madridista se encargó de idolatrar tras la derrota (0 -
1) en el derbi ante el atlético del pasado sábado.
Fue precisamente el
partido ante el equipo colchonero el que ha encendido todas las alarmas del
juego del equipo madridista, ya que la afición empieza a estar harta de la
indolencia y la pasividad de algunos jugadores y empieza a pedir paso a
canteranos como Carvajal, Morata o Jesé en el equipo titular.
Demasiados problemas en
un mes, son los que tienen Ancelotti
y su cuerpo técnico, que deberán de encontrar soluciones rápidas y eficaces que
ayuden a satisfacer los deseos de la parroquia madridista, que ya se encuentra
a una distancia de cinco puntos con respecto al Barcelona y al Atlético de
Madrid en la carrera por la liga, distancia aún corta pero que no se ha de
prolongar si el Real Madrid no
quiere que suceda lo de la temporada pasada, en la que perdió la liga en la
primera vuelta tras un inicio desastroso. Esta es una liga en la que los
tropezones se pagan caros, pues los equipos grandes suelen ser muy regulares y
dejarse pocos puntos a lo largo del año.
Artículo realizado por Guillermo Muñoz (@guillemm93)
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