viernes, 30 de enero de 2015

Alan Pardew, sentirse como en casa

Durante la noche de ayer estuve meditando sobre una cuestión que por un lado puede parecer lógica pero que por el otro puede no resultar tan fácil de que se dé. Todo a consecuencia del Atlético de Madrid-Barcelona en el que Fernando Torres marcó a los 30 segundos el 1-0 que empataba, de forma momentánea, la eliminatoria. Luego la cosa acabó como acabó, pero el hecho es que la acción del ‘Niño’, que recortó a un central de primerísimo nivel como Javier Mascherano con una facilidad extremadamente insultante -tal y como lo hizo con Pepe en la ronda anterior- para luego definirla con una tranquilidad bastante sorprendente si tenemos en cuenta lo que estaba en juego, fue una acción de plena confianza en sí mismo, algo de lo que había carecido en su pasó por el Chelsea y posteriormente por el Milan. Es evidente que su recuperación futbolística tiene que ver con su vuelta al Manzanares, lugar donde recibe el cariño y la confianza de una afición que anhelaba el regreso del que había sido su ídolo durante muchísimos años. En fin, el tema es que el caso de Fernando Torres me resulta muy parecido, salvando las distancias, al que vive Alan Pardew desde su llegada a Selhurst Park.

Alan Pardew, técnico del Crystal Palace
El preparador de Wimbledon aterrizó a principios de mes en la capital inglesa después de poner punto y final a su etapa como entrenador del Newcastle, club al que ha dirigido durante las últimas cuatro temporadas y media y en el que su mayor logró fue una 5ª posición en la campaña 2011/12. No obstante, el equipo no fue capaz de progresar en sus objetivos y pasó de pelear por entrar en Europa a mantener la categoría. La verdad es que en las dos últimas temporadas y media era bastante difícil saber a lo que jugaba el Newcastle, pues Pardew nunca fue capaz de darle un estilo definido y reconocible con el que sus hinchas pudieran sentirse identificados. Además nunca lo tuvo fácil, pues desde su llegada tuvo el rechazo de una afición que consideraba que su llegada estaba exclusivamente relacionada con la amistad que mantenía con Mike Ashley, presidente del club, más que por méritos deportivos.  Es decir, se encontraba en un lugar donde nadie le quería y donde no recibía ninguna muestra de cariño ni de confianza para poder desarrollar su trabajo de forma eficaz. A sabiendas de esta situación, el Crystal Palace le ofreció una oferta irrechazable tanto en lo económico como en lo deportivo, pues aparte de mejorar sus honorarios le brindaba la oportunidad de volver a la que fue su casa durante cinco años en su etapa como jugador. Pardew no se lo pensó y firmó por el cuadro londinense, que días atrás había destituido a Neil Warnock a causa de los malos resultados.

Y las cosas no le han podido ir mejor en su regreso a Selhurst Park. Cuatro partidos, cuatro victorias. Dos en la FA Cup (Dover Athletic y Southampton) y dos en la Premier League (Tottenham y Burnley). Estos resultados no han hecho más que alimentar la ilusión que había generado su llegada, pues con él ven el objetivo de la salvación mucho más cerca. Además, desde su llegada hay dos jugadores que han vuelto a sentirse importantes, Dwight Gayle y Wilfried Zaha. El primero ha sido determinante en los tres primeros partidos de la era Pardew anotando cuatro goles que le servirán para seguir siendo titular, mientras que el segundo está recuperando su mejor nivel, aquel que le llevó a fichar por el Manchester United y que ahora le puede devolver definitivamente al Crystal Palace  -ya ha llegado una oferta de traspaso a Old Trafford-. A ambos hay que unirles la llegada en forma de cesión de Yaya Sanogo, delantero del Arsenal que llega con muchas ganas de sentirse importante y que ya ha marcado su primer gol con la zamarra de los eagles en el último partido frente al Southampton.
Alan Pardew por fin puede trabajar sin más presión de la que le da la competición y su propio trabajo sin tener detrás una hinchada que pida su cabeza día si día también. Él es feliz, los fans también y los jugadores, que al final son los que tienen que dar la cara en el césped, parece que también. Buenos tiempos se avecinan para el bueno de Pardew y para el Crystal Palace. 







Autor: Marc Pérez (@ksillas_petit).

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