viernes, 9 de enero de 2015

El Valencia se hace fuerte en Mestalla

El factor cancha. Seguro que le suena esta frase. Los más entendidos de baloncesto dominan este concepto a la perfección y saben de su importancia. Pero, para los no tan entendidos, ¿qué es el factor cancha? El factor cancha te otorga un mayor número de partidos en campo propio cuando se juegan eliminatorias de ida y vuelta a un nº de partidos impar. ¿Y por qué es tan importante el factor cancha? Y sobre todo, ¿por qué hablamos de basket en una web de fútbol?

Es sencillo. En términos puramente objetivos debería dar igual el terreno donde se juegue, lo determinante para decidir el resultado debería ser el juego y calidad de uno y otro equipo. Pero en el ámbito subjetivo… La influencia que tiene el campo en un equipo puede llegar a ser fundamental.  Y esto es lo que ocurre en muchos campos de equipos pequeños de la Liga BBVA, el estadio ejerce una presión capaz de llevar en volandas al equipo humilde a la victoria.

Los jugadores valencianistas celebrando un gol ante el Real Madrid
Pero, me gustaría extrapolar a un caso determinado, concretamente, a Mestalla. Cualquiera con un poco de memoria futbolística puede acordarse de aquellos tiempos prósperos del Valencia CF en los que una visita a Mestalla de los equipos de arriba era una mala experiencia. Queda algo lejos, pero en 1999 el Real Madrid se llevó un 6-0 en el feudo valencianista, cosa impensable estas últimas temporadas.

Mestalla era una fortaleza infranqueable. Pero con la crisis institucional y la venta de los primeros espadas del equipo, el club entró en una espiral de mediocridad, contagiando a una plantilla falta de ganas que esperaba las visitas de equipos como Madrid y Barcelona igual que un niño que saca malas notas espera el rapapolvos de su padre al llegar a casa. Sin ir más lejos, en apenas 3 temporadas el Real Madrid ha ganado por sendos 1-5 y 3-6 en el campo blanquinegro. De ser perdonados en sus visitas a ser ellos los que perdonaban la vida.
Esto, lógicamente, alimentaba de impotencia los ánimos de la afición. No poder disfrutar de una victoria a los equipos grandes de la liga en tu propio campo se convirtió en la eterna convocatoria de Septiembre para el Valencia. Barcelona y Madrid paseaban a sus anchas por el Camp de Mestalla. Tan sólo el Atlético de Madrid se permitía ocasionalmente el lujo de perder algún punto en sus visitas.

Leyendo esto puede pensar, “bueno, es lógico, la diferencia de nivel entre las plantillas era abrumadora”. Es una buena excusa si, pero a pesar de la diferencia de nivel, el Valencia en muchas ocasiones se quedaba a las puertas de la victoria, perdiendo en numerosas ocasiones con goles encajados en los últimos minutos. Todo un show.

Pero, curiosamente, con la llegada de la nueva directiva, el estadio experimentó un cambio de look en su fachada y en sus anillos que parecen no haber afectado únicamente a la estética del estadio. Como si de un púgil que salva un KO se tratase, después de este lavado de cara el estadio parece haber recuperado sus tintes de fortaleza. El murciélago gigante de la grada atemoriza a los rivales y el rugido de la grada los confunde. Pudimos ver la primera exhibición ante el Atlético de Madrid, en unos 15 primeros minutos de fútbol total, en los que el Valencia consiguió endosarle un 3-0 al vigente campeón de liga. El siguiente duelo fraticida vs Barcelona no fue lo bien que se esperaba, cosechando una derrota en la última jugada del partido. Fantasmas de tiempos pasados (algunos recientes) acechaban, pero el equipo se aferró al buen juego y la competencia que se mostró durante el partido y se abanderaron al lema “en Mestalla solo vale ganar”.

Alcácer y Piatti, celebrando un gol ante el Atleti
Este fin de semana pasado, la liga volvía a Mestalla con un autentico partidazo vs  Real Madrid. Las cosas se torcieron pronto con el gol en contra. Además, la actitud del equipo no era la adecuada, muy precipitada e iracunda, provocando que llegase el conjunto che cargado de tarjetas al descanso, además de la rabieta. Pero el discurso en el descanso de Nuno lo cambió todo. Convertir a Mestalla de nuevo en una fortaleza no se podía quedar en intento. Con una exhibición de fútbol y garra, en comunión con el estadio, el equipo consiguió darle la vuelta al marcador, y pese a sufrir los últimos minutos, los 3 puntos no volaron de Mestalla.

A falta de recibir al Sevilla a finales de mes, el Valencia completa un 6/9 puntos conseguidos ante visitas de equipos grandes en su estadio. Hace 2 años ese saldo sería de 0/9. Por el bien del valencianismo y de la competencia por la liga esperemos que estos síntomas de recuperación no se queden en espejismo.


Los jugadores quieren, la gente quiere, el balón ahora sí entra en la portería….. ¿Volverá Mestalla a ser uno de los estadios más temidos de la liga? 








Autor: Enrique Martos (@enriquemr8).

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