martes, 15 de abril de 2014

El Athlétic asfixia al Málaga y se reafirma en la cuarta plaza.


Victoria justa y contundente de un gran Athlétic ante un desconocido Malaga que le permite asegurar la cuarta plaza y mantener sus aspiraciones de disputar la Champions League.


La intensidad marca en muchas ocasiones el devenir de un partido de fútbol. A veces no importa si eres mejor, si cuentas con jugadores más destacados, si tu momento de forma es más alto o más bajo...Multitud de circunstancias se dan cita en noventa minutos y hay que saber dominar las situaciones como llegan. Ayer tuvimos un claro ejemplo en el Nuevo San Mamés. Dos equipos en las antípodas pero con urgencias por causas muy divergentes. El Athlétic se siente acosado por el Sevilla, que le está presionando de forma importante las últimas semanas, pero que está sacando los partidos como puede y va a llegar con ventaja a su enfrentamiento dentro de dos semanas. Salió enchufado, rabioso y concentrado en busca de la victoria. Por otro lado, el Málaga, que necesita tres puntos más para certificar la salvación en una temporada convulsa y difícil, estaba dormido, atolondrado, como si todo lo tuviera hecho. Lo pagó muy caro.

Pues bien, la intensidad ya comentada la puso el Athlétic desde el primer minuto hasta el último. Jugaba en una sexta velocidad permanente, presionando la salida del balón de los visitantes, sin dejarles respirar, sin permitirles trenzar tres pases seguidos. Quería mantener su posición a toda costa. Sin darse cuenta el Málaga ya había encajado un gol en la primera ocasión local. Cómo no, fue una jugada a balón parado. Lanzó Susaeta un córner al primer palo, Santa Cruz esperó el balón sin atacarlo pero se le anticipó un inmenso Aduriz para enviar de cabeza el esférico al fondo de la red de Caballero. La primera en la frente para los de Schuster. El gol les dejó anestesiados y les incapacitó para jugar un balón con criterio. Es más, ni despejaban el esférico, lo perdían a las primeras de cambio. Cuando la presión local se acentuaba el pavor hacia mella en la retaguardia malaguista, que además notó las ausencias de Flavio, Gámez y Sergio Sánchez. Aunque sólo tuvo un par de ocasiones más en la primera mitad, el dominio de los bilbaínos fue abrumador. El Málaga simplemente no existía, no estaba. Parecía no jugarse nada. Sin criterio, sin garra, pisoteado. La mejor noticia para los de Schuster fue llegar vivos al descanso.



El técnico alemán movió ficha tras el paso por el vestuario dejando fuera a un inoperante Pablo Pérez por Iakovenko para mejorar la posesión. Pero sus intenciones se fueron al traste antes de cumplirse el primer minuto. Nueva pérdida de balón en el centro del campo, una más, contragolpe de libro y segundo tanto de Aduriz. Otra vez a remar contracorriente por falta de concentración. Pero en esta ocasión el Málaga no despertó, no había garra ni fútbol para intentar revertir la situación. Sólo Amrabat lo intentaba con cierto criterio, pero tampoco era su noche. Con el Athlétic envalentonado, Herrera enganchó un rechace en el borde del área y marcó el tercero. Golpeó mal el balón, pero entre los botes y San José, que molestó lo suficiente, Caballero vio cómo se colaba el esférico por debajo de sus piernas. Con un tercio de partido por jugar el resultado ya sería definitivo. Intentó Aduriz marcar su hat-trick, pero lo evitó el meta visitante. También González González se comió un penalti a Muniain por empujón de Eliseu. No quiso hacer más sangre en los visitantes. Y si, el Málaga tuvo un par de oportunidades. La más clara fue un remate de cabeza de Darder que se fue rozando el poste. Escaso bagaje para intentar la remontada.

Victoria justa del Athlétic, que se tomó el partido como una final y demostró un poderío físico espectacular a estas alturas de la temporada. Sn duda, el triunfo le reafirma en la cuarta posición antes de viajar a Barcelona y recibir al Sevilla. Para el Málaga no cambia nada. Mantiene siete puntos de ventaja sobre el descenso, pero necesita obtener un triunfo más para certificar la permanencia y, sobre todo, pensar que no todo está hecho.  Siempre le ocurre igual. Cuando piensa que ya ha cumplido suele jugar un partido penoso, como anoche. Parece olvidar que si no corre y lucha como su rival no es nadie. Schuster deberá poner las pilas de nuevo a sus jugadores.



 - FICHA TÉCNICA -

3 - Athlétic:Iraizoz; Iraola, San José, Laporte, Balenziaga; Susaeta (Albizua, min. 85), Iturraspe, Morán, (Etxeita, min. 84), Herrera (Beñat, min. 76); Muniain y Aduriz

0 - Málaga: Caballero; Eliseu, Angeleri, Weligton, Antunes; Amrabat (Portillo, min. 77), Darder, Camacho, Pablo Pérez (Iakovenko, min. 46); Juanmiy Santa Cruz (Rescaldani, min. 77).


Goles: 1-0, min. 4: Aduriz. 2-0, min. 46: Aduriz. 3-0, min. 61: Herrera.

Árbitro:González González, Col. Castellano-leonés. Bien. Mostró tarjetas amarillas a Pablo Pérez, Weligton, Juanmi, Iakovenko del Málaga.


Incidencias:  33.000 espectadores en el Nuevo San Mamés. El Málaga llevó brazaletes negros en memoria del ex guardameta Américo, fallecido hace unos días.



Crónica realizada por Javier Costillas (@CosimonJav).

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