El
Real Valladolid pagó los platos rotos del Sevilla tras caer derrotado en el
Sánchez Pizjuán por 4-1. Los de Juan Ignacio Martínez venían con la moral por
las nubes después de haber ganado al Fútbol Club Barcelona, mientras que por su
parte los de Unai Emery llegaban bastante alicaídos tras la derrota en Europa
League frente a su eterno rival, el Real Betis. De esta forma los sevillistas
cogen confianza para el partido de vuelta en el Benito Villamarín y en cambio en
el Pucela aparecen ciertas dudas para el próximo sábado frente al Rayo en el
que será un partido de vida o muerte.
Ni el más realista se imaginaba que el Real
Valladolid iba a sacar en estas dos semanas 3 puntos de 6 posibles. La victoria
frente al Barça dio un fuerte respiro tanto al equipo como a la propia afición
y hacía que el partido de ayer se afrontase con algo más de tranquilidad. Los
de Juan Ignacio Martínez se presentaron en Sevilla con la idea de volver a dar
de nuevo la campanada derrotando a un equipo que hace un par de días había
tenido una cornada frente al Betis en Europa. JIM volvió apostar por el mismo
planteamiento que frente al Barça, con las diferencias de las bajas ya conocidas
de Peña y Álvaro Rubio, pero en esta ocasión el experimento no salió del todo
bien.
Los primeros 10’ del Pucela fueron bastantes serios,
se apreciaba fácilmente la idea que tenía el técnico pucelano para este
partido, un equipo bien organizado sobre el terreno de juego, replegado atrás y
saliendo rápido a la contra, vamos, lo que venía empleando Juan Ignacio en el
Levante en los dos últimos años. El planteamiento inicial blanquivioleta se vio
topado cuando en el 23’ Lluís Sastre hizo un penalti absurdo que posteriormente
iba a transformar el croata Iván Rakitic. A raíz del gol el Valladolid se vino
abajo y se volvió a ver a un equipo sin alma y sin intensidad. A falta de 4
minutos para el final de la primera parte iba a llegar el segundo gol para los
locales, un golazo de Kevin Gameiro iba a poner
el 2-0 en el marcador. La nota negativa vendría por parte de Fausto Rossi
que pidió el cambio antes de llegar al descanso dando entrada a Óscar por unas
molestias abdominales.
Durante el descanso los más fieles al Pucela
presagiaban que el equipo iba a salir con otra cara y que iban a poner en un
aprieto al conjunto hispalense, pero para su desgracia no fue así. JIM dio
entrada a Daniel Larsson para situarle en banda derecha en detrimento de un
Manucho desaparecido en combate en el día de ayer. En el 47’ Óscar iba a tener
la ocasión más clara del partido para los intereses blanquivioletas pero una
buena estirada de Beto evitó el gol pucelano. El Valladolid había dado un paso
hacia delante, eran conscientes de que todo estaba perdido y que un gol
tempranero les metía de lleno en el partido. El Sevilla supo aprovechar el
atrevimiento del Pucela y se fue arriba con todo. Diego Mariño iba a realizar
la parada de la tarde en el Sánchez Pizjuán tras sachar un mano a mano con
Gameiro tras una jugada preciosa a balón parado por parte de los de Emery. En
el 66’ el conjunto hispalense iba a poner tierra de por medio cuando Velasco
Carballo señaló penalti a su favor por unas manos inexistentes de Mitrovic, el
francés Gameiro iba a ser el encargado de lanzar la pena máxima y transformar
el 3-0 en el marcador. La alegría inundaba el feudo sevillista, su equipo había
sido capaz de quitarse la espinita después del ‘Euro Derbi’ y sus jugadores
estaban cargándose de moral para la vuelta en el Villamarín. El lateral derecho
Diogo Figueiras no iba a faltar a la tarde goleadora e iba a ser el encargado
de hacer el cuarto gol para los locales. El que tampoco iba a faltar a su cita
con el gol iba a ser el malagueño Javi Guerra que iba a maquillar un poco el
marcador con el 4-1.
El resultado final para nada fue exagerado, el
Sevilla supo aprovechar las debilidades de su rival, pero sobre todo, fue
efectivo de cara a puerta. Mientras que en el bando pucelano eran conocedores
de lo complicado que iba a ser ganar en el Sánchez Pizjuán pero lo que no
entraba en los planes era caer de esta manera, y aún para más colmo el único
lateral derecho de la plantilla, Antonio Rukavina, iba a ver la quinta amarilla
lo que le impedirá estar el próximo sábado en la gran final frente al Rayo
Vallecano.
La nota negativa del partido la puso el colegiado
madrileño, Velasco Carballo. Sin duda alguna ayer no tuvo su mejor día, señaló
un penalti inexistente en el área del Valladolid que tan solo vio él y además
estuvo bastante permisible con la dureza de algunos jugadores sevillistas, aún
así sus desacertadas decisiones no influyeron en el resultado final.
El Real Valladolid volverá este martes a los
entrenamientos a partir de las 11:00 horas para preparar el partido vital del
próximo sábado frente al Rayo Vallecano. Tan solo separan 3 puntos de la
salvación a los de Juan Ignacio Martínez pero el equipo tiene que dar otra
imagen si quieren vencer a los de Paco Jémez.
Ficha
técnica del partido.
Alineaciones
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Sevilla FC: Beto; Diogo Figueiras, Fazio, Nico Pareja, Alberto Moreno;
Iborra (M'Bia, min. 77), Cristóforo; Reyes, Rakitic, Marko Marin (Coke, min.
71); Gameiro (Bacca, min. 71).
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Real Valladolid: Mariño; Rukavina, Mitrovic, Rueda, Bergdich;
Sastre, Marc Valiente, Rossi (Óscar, min. 45), Rama (Omar, min. 63); Manucho
(Larsson, min. 46) y Javi Guerra.
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Goles. (1-0), min. 23: Rakitic. (2-0),
min. 41: Gameiro. (3-0),
min. 66: Gameiro. (4-0), min. 74: Diogo Figueiras. (4-1), min. 76: Javi
Guerra.
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Árbitro. Carlos Velasco Carballo (Colegiado
Madrileño). Amonestó a los locales Diogo Figueiras (min. 78), Reyes (min. 85)
y Bacca (min. 92), y a los visitantes Marc Valiente (min. 51) y Rukavina
(min. 89)
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Incidencias. Partido
de la vigésimo octava jornada de la Liga BBVA, disputado en el estadio Ramón
Sánchez Pizjuán ante algo más de 35.000 espectadores.
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Los
más destacados del partido.
El
Mejor.
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RAKITIC.
El centrocampista croata fue esencial para la victoria sevillista. Hizo el
primer gol de penalti y por sus botas pasaron las jugadas más peligrosas de
los locales. Cuando Rakitic está bien el equipo lo nota.
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Vaya
Día.
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LLUÍS
SASTRE. El ex jugador del Huesca tenía la difícil papeleta
de sustituir a Álvaro Rubio en el centro del campo. De entrada jugó escorado
en banda derecha y fue un coladero para la defensa blanquivioleta. Hizo un
penalti absurdo que sacó al equipo del partido.
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Imperial.
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GAMEIRO.
Unai
Emery le volvió a dar la oportunidad en Liga, como ya hizo hacia una semana
en Almería y el francés no defraudó a los suyos. Hizo doblete y seguramente
uno de los mejores partidos que se le recuerden con la camiseta del Sevilla.
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Crónica realizada por Sergio Juárez (@SergioJuarez94).
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