El Málaga aplastó al Rayo con un fútbol espectacular.

Un huracán llamado Málaga destrozó al Rayo Vallecano y le endosó una goleada tremenda que aún pudo ser mayor. Samuel, Darder, Juanmi y Amrabat, de penalti, marcaros los goles (4-0)

Hay días que es mejor no levantarse de la cama. Si encima te han cambiado la hora puedes llegar tarde a tus citas o, incluso, no llegar, a pesar de haber retrasado el reloj. Esta mañana, en La Rosaleda, el Rayo Vallecano sencillamente no compareció hasta casi la hora del almuerzo. Y para entonces ya era tarde. Porque su rival, un Málaga desatado, ya le había clavado cuatro rejones y gracias. Gracias porque pudieron ser unos cuantos más si Amrabat, Horta, Juanmi, Samuel  y Castillejo están un poquito más acertados. Paco, el técnico rayista, dijo al concluir el choque que prefería perder como lo había hecho para que sus jugadores no se duerman en los laureles. Porque es cierto que el Rayo juega bien al fútbol, pero cuando no se pone el traje de faena, no corre, no está despierto y no sufre lo paga con creces. La goleada encajada fue de escándalo. Y todavía pudo ser peor.

Los jugadores malaguistas celebrando un gol ante el Rayo

Javi Gracia tenía perfectamente estudiado al conjunto rayista y sabía cómo podía hacerle sufrir: con sus mismas armas. Es decir, con la línea de presión prácticamente en el borde del área rival para no dejar salir jugando el esférico a su rival. La táctica era sencilla,  realizarla con rapidez y seguridad es otro cantar. Pero el Málaga demostró que en estos momentos ha subido un peldaño en el apartado físico y técnico. Y los resultados le están acompañando. Son tres victorias consecutivas y además marcando goles, haciendo buen juego y prácticamente sin conceder ocasiones a los contrarios. Esta mediodía el Rayo apenas ha disfrutado de un par de disparos desde fuera del área que atrapó sin problemas Kameni. Nada mas. Y eso es muy poco para ganar un partido. Claro, también el rival juega y el Málaga que vimos ayer fue un huracán desenfrenado del minuto uno al noventa y cuatro. Y ocurrió lo que se preveía.

Sin cumplirse el primer minuto de juego ya el conjunto local podía haberse puesto por delante si Amaya, que finalmente jugó con un dedo del pie roto, no hubiera conseguido lanzarse al suelo para desviar el remate a puerta vacía de Samu Castillejo. Pocos segundos después fue Amrabat el que no acertó a batir a Toño en un balón largo, pero Samuel sí acertó a la tercera con un tiro desde la frontal del área que tocó ligeramente en Zé Castro y se coló en la portería de Toño. Llegaba pronto el premio para los locales, que siguieron como caníbales en busca de hacer más goles. Rosales lanzó junto al palo segundos antes de que una trenzada jugada por la izquierda fuera concluída por Darder desde cerca de la línea de gol para hacer el segundo. Minuto veinte. Paco movió el banquillo antes de la media hora para meter un centrocampista y jugar con tres defensas. Pero no había forma de enderezar la mañana. La borrachera de fútbol no cesaba y los cuatro jugadores de arriba, tres canteranos y Amrabat, rebañaban todos los balones que intentaba sacar la defensa rayista. El asedio era total, solo faltaba más acierto rematador. Ya con el descanso a la vista, nueva jugada trenzada y tercer gol. Balón de Darder para Castillejo, que cede a Amrabat y toque al hueco para que Juanmi, con un golpeo sublime, la eleve por encima de Toño. Los rayistas se iban al vestuario desolados.

La segunda mitad comenzó casi como terminó la primera. Contra del Málaga, balón que llega a Samuel y Amaya le derriba dentro del área. El claro penalti lo convierte Amrabat en el cuarto. Con cuarenta minutos por delante el conjunto local se tomó un pequeño respiro y permitió a los rayistas, que contaron con el apoyo de casi trescientos aficionados, mover un poco el balón e intentar generar algo de peligro. Pero no era el día y no había forma de enderezarlo. La intensidad local descendió, aunque Horta, Amrabat y Samuel pudieron marcar tres goles más que erraron en el último disparo. Afortunadamente para el Rayo, Álvarez Izquierdo sacó fuera del área una falta ya casi en el tiempo de prolongación que pudo ser penalti y el quinto para los locales.

Liga BBVA J9: Málaga 4-0 Rayo

Al final, triunfo más que justo de un Málaga que ha enlazado tres victorias consecutivas y que se ha encaramado en los puestos altos de la tabla gracias a su exhibición táctica, su derroche físico, su presión asfixiante y a los canteranos. La nueva hornada malaguista viene empujando con fuerza y, además, se confirma a base de buen fútbol y mejores resultados. Miel sobre hojuelas. Mientras, el Rayo deberá analizar la derrota para sacar conclusiones de cara al futuro. Su equipo comenzó dormido y terminó en la lona con un saco de goles en contra. Es un aviso para el futuro. Hay que estar despiertos desde el primer minuto, aunque hayan cambiado la hora.

- FICHA TÉCNICA -

4 - Málaga: Kameni; Rosales, Sergio Sánchez, Weligton, Antunes; Samuel (Horta, min. 61), Camacho, Darder (Recio, min. 58), Samu Castillejo; Amrabat (Santa Cruz, min. 76) y Juanmi.

0-Rayo Vallecano: Toño; Tito, Amaya, Ze Castro, Insúa (Aquino, min. 29); Licá, Baena, Trashorras (Jozabeb, min. 52), Kakuta; Pozuelo (Manucho, kien. 59) y Leo Baptistao.

Goles: 1-0, min. 5: Samuel. 2-0, min. 20: Darder. 3-0, min. 44: Juanmi. 4-0, min. 48: Amrabat, de penalti.

Arbitro: Álvarez Izquierdo, C. Catalán. Bien. Mostró tarjetas amarillas a Rosales del Málaga y a Baptistao, Baena, Amaya y Tito del Rayo.

Incidencias:  Lleno en La Rosaleda, 30.000 espectadores, y con el jeque Al-Thani en el palco. Se guardó un minuto de silencio en memoria del periodista Juan Cortés, fallecido esta semana.

Autor: Javier Costillas (@CosimonJav).